Cuando se conmemora el aniversario 125 de la asonada independentista en esta ciudad, el historiador Roberto Únger Pérez aludió a aquel suceso, que lo sitúa como parte de la estrategia de lucha del general Antonio Maceo durante la invasión de Oriente a Occidente.
El patriota Ramón García -un pescador de Batabanó comprometido con la causa insurrecta- servía de enlace entre el grupo de complotados en este suroccidental territorio y los generales Antonio Maceo y Pedro Díaz, comentó el también máster en Ciencias.
Relató además que el 21 de enero de 1896 Maceo se entrevistó con los improvisados expedicionarios del Balandro Margarita y conoció acerca del movimiento rebelde en la entonces colonia penal, donde cerca de 300 patriotas tenían el perímetro de la ciudad por cárcel.
La fecha elegida por los conspiradores fue el 26 de julio, dedicada a las festividades patronales de la Santa Ana, conmemoración litúrgica de larga data en la religión cristiana, aunque el teatro de operaciones militares era muy riesgoso, porque en menos de 500 metros habían tres fortificaciones: el protectorado y los cuarteles de voluntarios y de caballería.
Ese día el primer grupo encabezado por el pinero Bruno Hernández salió a caballo desde el poblado de Santa Fe, al que se incorporaron los apostados en Nueva Gerona y el tercero -integrado por Juan Emilio Vargas, Evangelina Cossío, Juan Iturriaga, hasta sumar unos 10- la misión era apresar al teniente coronel José Bérriz, dijo.
Según el libro La campaña de Occidente, de José Miró Argenter -jefe del Estado Mayor de las tropas del Lugarteniente General Antonio Maceo–, los conspiradores ataron a José Bérriz al frente de la comandancia militar de la Isla y enarbolaron la bandera de Cuba libre.
Los gritos del alto oficial español, quien prendía a la jovencita Evangelina, alertaron al sanguinario Eduardo Abello - jefe de la policía- y se frustró el secuestro, comentó el profesor universitario.
Agregó que el también deportado Juan Gutiérrez delató a los complotados, el factor sorpresa clave del éxito de la acción resultó suplantado por una barricada de fusileros frente al grupo insurgente que solo portaba machetes por armas.
En una hora y media los españoles neutralizaron el levantamiento donde resultó herido Miguel Matías Blanco Pantoja, quien vivió hasta los años 70 del pasado siglo, considerado el último mambí pinero; asesinaron al poeta habanero Juan Iturriaga y Emilio Vargas tras ser herido es fusilado a causa de una delación de Tomás Basail, apuntó.
Precisó que los hermanos Justo y Luís Pimienta, de origen pinareño, también fueron fusilados, en tanto, un grupo fue enviado a las colonias penales de Ceuta y Chafarinas y 21 pineros confinados en La Cabaña.
Cerca de las 8.00 p. m. al grito de Viva Cuba Libre y Viva el General Maceo entró la caballería mal armada liderada por Bruno Hernández, quien cayó abatido por una descarga de fusilería en la frente en calle San Clemente y Pinillos, hoy 26 y José Martí, desde donde partió hoy -a paso del redoblante- la peregrinación de los lugareños hasta el obelisco que guarda los restos mortales del primer mártir pinero.
La asonada independentista del 26 de julio de 1896 acrisoló el sentimiento de cubanía de los naturales de la otrora Isla de Pinos, gracias al vínculo de los lugareños con las tradiciones de lucha de los deportados políticos bajo la ideología independentista, este no fue un hecho aislado y estamos obligados a enseñarlo en esa forma en nuestras escuelas acotó Únger Pérez.