La cifra de 9,3 en la tasa de mortalidad infantil por cada mil nacidos vivos, que marca al municipio Isla de la Juventud entre las dos provincias con los índices más altos de Cuba al cierre del 2023, antecedida por Camagüey con 10,8, no echa por tierra el desvelo y la entrega de quienes en su diario quehacer dibujan sonrisas y esperanzas en las familias cubanas.
El año pasado el Programa de Atención Materno Infantil (Pami) aquí obtuvo los mejores resultados en el país: 2,6 por cada mil nacidos vivos, además de 20 años consecutivos sin muerte materna y siete sin fallecimiento por malformaciones genéticas, según trascendió en el balance anual de este sector.
Esas horas, días y noches de sacrificio, guardias médicas, consultas especializadas, trabajo comunitario e intersectorial, visitas en los hogares y acompañamiento a las madres, entre otros protocolos del Ministerio de Salud Pública (Minsap) fueron reconocidos, en visita efectuada al territorio, por la doctora Catherine Chibás Pérez, jefa nacional del Pami.
“Sabíamos que tendríamos un número elevado, así lo reconocimos en el encuentro con los directivos nacionales del Minsap ante el déficit de especialistas en Pediatría y Ginecobstetricia”, explicó Adrián Batista Valladares, jefe del Departamento de Atención Médica de la Dirección General de Salud.
“Ello nos ha llevado a redoblarnos y fortalecer la red de servicios de Salud que articula el Pami e involucra a actores en los tres niveles de complejidad en la atención sanitaria, así como los de mayor implicación en este programa: Vicedirección del Pami del hospital, Servicios de Obstetricia, Perinatología, Neonatología y Unidad de Cuidados Intensivos pediátricos.
“El intercambio lo calificamos docente-educativo, porque adquirimos más herramientas para mejorar el funcionamiento de consultas infanto juvenil y de reproducción asistida; la atención prenatal calificada; los programas de vacunación y de la puericultura, en busca de garantizar el bienestar de niños, gestantes y puérperas”, acotó Batista Valladares.
Acerca de los resultados del Pami, la MSc. Isabel Díaz González reseñó en el sitio digital del Minsap que Cuba cerró el 2023 con una tasa de mortalidad infantil de 7,1 por cadamil nacidos vivos, por debajo del 7,5 alcanzado en el año precedente.
Aunque cada pérdida es dolorosa, esta cifra sigue exhibiendo el quehacer constante del Sistema de Salud en pos de garantizar la vida.
Seis provincias muestran números inferiores a la media del país, sobresaliendo Pinar del Río con 3,1 como la mejor en los indicadores; Artemisa: 3,9; Holguín: 4,7; Sancti Spíritus: 4,8; Villa Clara: 5,7 y Matanzas: 6,9.
Pero no solo la mortalidad infantil marca resultados en el país, también la materna desciende de 40,9 en el 2022 a 38,7 por cada 100 000 nacidos vivos en el 2023, logros de la unidad y la aplicación de innovaciones tecnológicas en la atención obstétrica, seguimiento al alto riesgo, evaluación diferenciada a las mujeres y demás acciones para reducir parámetros negativos en lo que para este sector es prioridad y compromiso, esencia y conquista genuina de la Revolución.
La hoja de haber del Pami en la Isla de la Juventud seguirá robusteciéndose con un chequeo constante, responsabilidad y compromiso con la vida de cada mujer en edad fértil, para que, como dice el eslogan que acompaña a este equipo de trabajo –frase del escritor Frederick Douglass–, sea “más fácil criar niños fuertes que reparar hombres rotos”.
Nuevos retos se propone esta fuerza en el 2024 para continuar contribuyendo al desarrollo de la niñez y la adolescencia plenas.