El proceso de floración de las plantas de café, que sobresale en el refrescante verdor característico de las áreas donde está situada su finca, es para Julio Milanés Guerra la imagen más bella que el ojo humano pueda captar en el campo.
Dicho paisaje, de conjunto con el olor incomparable que desprende el fruto, resaltan como una de las claves para que este usufructuario de la Empresa Agroforestal Isla de la Juventud, acumule casi 11 años vinculado a la producción del demandado grano y obteniendo resultados.
Su finca la Emiliana está ubicada en el polo cafetalero Vietnam,uno de los tres del territorio, en las cercanías del extenso reservorio acuífero y, de acuerdo con Yailén Caballero Sterling, directora adjunta de la Empresa Agroforestal, constituye el macizo que más fuerza tiene en la Isla, porque allí el café se obtiene con mejor calidad.
Una valoración compartida por Milanés Guerra y que se aprecia en sus resultados, pues según confirmó el propio productor “en la campaña antespasada entregué 11 toneladas (t) de café, en la pasada aporté ocho y pico, y en la presente –cuyo compromiso es de tres toneladas– ya estoy pegadito a punto de conseguir lo planificado”.
Y es que, a sus más de diez años de experiencia “luchando con la finca” e inmerso en la producción del grano, Julio agrega como ingrediente fundamental para lograr buenos dividendos, las elevadas dosis de amor que le impregna a todo cuánto hace y el cariño especial con que maneja las plantaciones.
“La limpieza de los campos es fundamental para poder transitar por ellos sin dificultad –explica– así cuando venga el cosechero no tiene impedimentos a la hora de recoger los frutos. De igual manera le aplicamos la materia orgánica que podamos conseguir, echándosela en el tronco para que la planta obtenga beneficio”.
El natural de Las Tunas posee alrededor de 8 000 plantas de café habitando en la Emiliana y prefiere trabajar con el Robusto, una variedad que considera más fuerte, se adapta mejor al clima y aporta mayores volúmenes de producción.
“Las cuatro hectáreas (ha) que tengo en la actualidad destinadas a la producción del café, me están rindiendo a más de una tonelada por hectárea; el año antespasadoeran tres y pude cosechar 11 t en esa extensión, me rindió a poco más de tres toneladas por hectárea”.
En la actualidad, además de la cosecha, labora en la siembra de otras dos hectáreas. “Va bonito –ponderó– la posturita hay que plantarla en la época que llegan las lluvias para que logre mantenerse y no muera. Al sembrarla debe asegurársele una atención esmerada, el agua es fundamental, no le puede faltar.
“Después de sembrado comienza a producir a los dos o tres años, según las atenciones que podamos brindarle y el alimento que se le eche en el momento correspondiente”.
Aunque no dispone de sistema de riego para bañar las plantaciones, el campesino destacó que el campo se mantiene con bastante humedad, característico de esos parajes. “Es una tierra muy húmeda, con mucho vegetal, por eso siempre sobresale el verdor en estas áreas, que son especial para el café. El agua que le llega es la que cae del cielo, nos tiene que golpear una sequía muy, muy intensa para que esta zona pierda esa frescura”.
Respecto a las labores de mantenimiento en los campos, especificó deben ejecutarse todos los meses. “Hay que deshijar de forma constante porque ese hijito que va saliendo le resta fuerza a la planta y atenta contra el desarrollo de la fruta, pues cuando la mata está parida entonces tiene que alimentar el fruto y al propio hijo.
“Este cultivo tiene nueve meses para desarrollar, desde que empieza la floración hasta que está el cafeto listo para cosechar, son nueve meses y luego otros tres para recolectar.
Contrato fuerza de trabajo en el momento de las labores más arduas, no obstante, yo también me pego por una esquina y adelanto cosas. Poco a poco vamos cumpliendo, en enero o febrero ya debemos lograrlo, aunque es oportuno señalar que he tenido algunos inconvenientes a la hora de encontrar fuerza laboral.
“Me gusta producir café, ese es mi fuerte y principal cultivo en la finca, pero también tengo una amplia variedad de frutales como el coco, aguacate, mango, de este último también entrego por toneladas”.
Como todo hombre de tierras que reside en la campiña, Julio siembra otros cultivos y fomenta la crianza de animales tales como cerdos, chivos y ganado mayor para el consumo familiar. Su vivienda fue una de las que se dignificaron junto a la de otros productores líderes de ese enclave, con el propósito de mejorar sus condiciones y calidad de vida.
EN LA ACTUAL CAMPAÑA
El Municipio cuenta con tres polos cafetaleros, el anteriormente mencionado del Vietnam, uno ubicado en la zona de LaMelvis y el otro en Mella Cítrico, que es donde está emplazada la infraestructura con los secaderos. Hasta el cinco de diciembre, precisó Caballero Sterling, habían sido recolectadas 1 578,34 latas. El territorio posee un plan de 14 t para esta campaña y pretenden concretarlo en enero.
“Estamos enfrascados en ese objetivo –puntualizó la especialista– siempre experimentamos momentos altos y bajos porque existen lugares donde el cultivo es atacado por enfermedades; pero vamos a tratar de recuperar con otros productores que no están identificados, que este año deben entregar café al igual que quienes pertenecen a las bases productivas.
“Tenemos indicaciones de la máxima dirección del país de recoger todo el café posible en aras de poder garantizar este reclamado producto de la canasta familiar normada, todo el grano se va a poner en función de esto, a raíz de la difícil situación que atravesó el país a inicios de año con dicho producto.
“El café de la Isla no posee calidad para la exportación, por tanto, es utilizado en la canasta familiar normada y se entrega a la torrefactora ubicada en el municipio Guanabacoa de La Habana. Antes de que concluya el año pretendemos enviar las primeras toneladas y continuar esforzándonos por cumplir lo planificado”.
Respecto a la labor agrotécnica apuntó que en esta contienda las posturas se compraron acá en el territorio a una base productiva. Resaltó su buena calidad y aplaudió a la madre naturaleza por las precipitaciones aportadas, lo cual permitió que las posturas prendieran.
Acentuó el caso del productor Idelfonso Silva Pérez, uno de sus agricultores de avanzada, con quien proyectan llevar a cabo un experimento con una variedad de café de origen vietnamita.
“Realizaremos una tala raza para luego injertarle la yema
–especificó la directora adjunta– eso prevemos acometerlo para el 2025. La tala raza se ejecutará cuando termine la campaña una vez recogido todo el grano”.
Finalmente detalló que tienen disponibles en el polo productivo de Mella Cítrico unas 182 ha de tierra para todas aquellas personas que deseen potenciar el cultivo del café. “Si logramos cubrir toda esa extensión, podremos incrementar las producciones en el territorio”, concluyó.