Cuando el próximo seis de noviembre los relojes marquen la una de la madrugada de ese domingo, deberán atrasar una hora los relojes para restablecer el horario normal en todo el territorio nacional y coincidir de esta forma con los países del hemisferio norte.
Lo anterior significa que desde ese momento amanecerá y oscurecerá más temprano, según dio a conocer el Ministerio de Energías y Minas (MINEM) y la Oficina Nacional para el Control al Uso Racional de la Energía (Onure).
Ambas incitan a promover el uso racional de la energía como una práctica de vida en hogares y centros de labor. Que encender solo las luces y equipos necesarios sean parte de la cotidianidad del cubano.
El habitual cambio de horario se implementó a escala mundial desde 1974 para aprovechar mejor la radiación solar y contribuir al ahorro de hidrocarburos y otros combustibles utilizados en la generación eléctrica.