La universidad “Jesús Montané Oropesa” de Isla de la Juventud tiene en la mira el desarrollo local de la segunda ínsula cubana por ser actor clave en la formación de profesionales integrales, competentes y con espíritu innovador.
Noel Meléndez Laza —rector de la casa de altos estudios con tres décadas de existencia—, precisó que de cara al actual año lectivo se fortalece el vínculo de la Educación Superior con las empresas de producción de bienes y servicios, mediante formas organizativas que incentiven la aplicación de los resultados de la ciencia, la tecnología y la innovación.
Estar en contacto permanente con las entidades productivas y de servicios nos permite identificar problemas y ofrecer soluciones a las necesidades de formación de capacidades para que puedan afrontar los retos del desarrollo en medio de un escenario adverso a causa del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos a Cuba, dijo.
Subrayó que en tal sentido están concebidos programas de posgrado, cursos, talleres y otras modalidades de superación, que permitan a los diferentes actores locales adquirir y actualizar conocimientos y habilidades necesarios con una visión innovadora y participativa.
De igual modo, significó la pertinencia de la preparación y superación de los cuadros y reservas del Estado y del Gobierno, a esta instancia, dirigida a la transformación de la gestión y modos de actuación.
Como centro de generación y difusión del conocimiento tienen en perspectiva para el curso escolar 2024-2025 abrir las carreras de Comunicación Social —con precedente en el territorio—, Periodismo, Medicina Veterinaria, Ingeniería en Procesos Agroindustriales y Sicología, para dar respuesta a una demanda territorial, enfatizó.
Agregó que se valora la apertura de las carreras de: Ingeniería Forestal, a partir del plan de estudio de la universidad de Pinar del Río, y de Gerencia Empresarial y Administración Pública, sobre la base de un convenio con la Universidad del Norte de Tamaulipas, cuyos principales beneficiarios serían los nuevos actores de economía del sector no estatal, quienes se formarían como profesionales en un lapso de tres años.
Estudiantes de nuestro plantel universitario —incorporados a prácticas laborales, proyectos de curso y trabajos de diploma— están vinculados a la solución del banco de problemas del desarrollo local.
Asimismo, responden a esa demanda los temas de investigación de 34 doctorandos y de una treintena de profesionales que cursó diplomados, maestrías, especialidades y entrenamientos, apuntó.
Acotó Meléndez Laza que la universidad pinera tiene el encargo de estar al servicio de la sociedad y solo la interacción con los actores locales posibilitará la concreción de ese propósito para —desde una perspectiva integral, sostenible y humanista— ofrecer alternativas de solución y mejora a partir del diagnóstico de sus problemas, necesidades y potencialidades.